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Cómo integrar la medición de huella de carbono en la gestión diaria de tu empresa

25 Mayo, 2025

¿Por qué es importante la integración operativa?

Hablar de sostenibilidad ya no es un asunto marginal en la estrategia empresarial. Las organizaciones están cada vez más comprometidas a entender y gestionar su impacto ambiental, y la huella de carbono es una de las principales herramientas para lograrlo.

Pero medir no es suficiente. Muchas empresas aún confían en auditorías o consultorías anuales que generan informes estáticos, a menudo poco conectados con la dinámica operativa cotidiana. Frente a esta realidad, desarrollamos una solución con el objetivo de facilitar una integración más fluida de la medición ambiental dentro de los procesos existentes, minimizando tareas manuales y promoviendo una gestión más continua y accesible.

Desde el inicio, apostamos por la automatización, la conexión con fuentes de datos y la generación continua de indicadores. Así, en lugar de ver la sostenibilidad como una tarea externa o puntual, logramos que forme parte del ADN operativo de la empresa. No se trata de cumplir, sino de gestionar mejor, con información relevante, accesible y en tiempo oportuno

Del cálculo puntual a la gestión continua: un cambio necesario

El cambio hacia una gestión continua implica incorporar la recolección, análisis e interpretación de datos ambientales en el ciclo operativo del negocio. No se trata de hacer una auditoría, sino de tener un sistema vivo, que fluya con la empresa y que esté libre de tareas manuales innecesarias.

Desde nuestra experiencia, eliminar el trabajo manual en la medición ha sido un factor decisivo para lograr una integración efectiva. Hoy, cuando los datos de huella se integran con sistemas internos —como ERPs, contabilidad o plataformas de gestión energética—, el cálculo se vuelve mucho más natural. No se siente como una carga adicional, sino como una parte del pulso de la empresa.

Un ejemplo claro: una cadena de distribución puede ver cómo afecta su logística a las emisiones totales de forma continua. Si cada mes cambia su configuración de rutas o proveedores, ¿cómo puede confiar en un cálculo hecho hace seis meses? Solo integrando la medición como parte del día a día podrá tomar decisiones con contexto ambiental actualizado.

Por qué medir no es suficiente: hay que actuar sobre los datos

Medir es solo el primer paso. De hecho, muchas empresas que ya calculan su huella se preguntan: “¿Y ahora qué?”. Es una excelente pregunta. Porque tener un dato no sirve de nada si no se convierte en una herramienta de acción.

El verdadero valor de integrar la medición está en su capacidad para impulsar decisiones. Un buen sistema no solo te dice “emites 2.400 toneladas de CO₂”, sino que te muestra qué actividades generan ese impacto, cómo ha evolucionado, y qué oportunidades tienes para reducirlo.

Para que eso ocurra, los datos deben ser accesibles, comprensibles y estar disponibles en el momento adecuado. Así pueden ser utilizados no solo por el equipo de sostenibilidad, sino también por áreas como operaciones, compras o finanzas. Esa transversalidad es clave para que la sostenibilidad se convierta en una herramienta de gestión, y no solo en un informe aislado.

¿Qué emisiones debes considerar? Alcance 1, 2 y 3 al detalle

Para hacer una medición efectiva —e integrada— de la huella de carbono, es clave entender los Alcances 1, 2 y 3, establecidos por el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol):

● Alcance 1: Emisiones directas, como combustibles fósiles usados en calderas, vehículos propios, etc.

● Alcance 2: Emisiones indirectas provenientes de la energía comprada (electricidad, vapor).

● Alcance 3: Emisiones indirectas de la cadena de valor (proveedores, viajes, uso del producto, residuos, etc.) .

Aunque muchas empresas empiezan por el Alcance 1 y 2 (por ser más fáciles de medir), es en el Alcance 3 donde suele estar la mayor parte del impacto, especialmente en sectores como retail, servicios o tecnología.

Automatizar los Alcances 1 y 2 suele ser factible con fuentes internas. El reto está en el Alcance 3, donde la colaboración con proveedores es fundamental. Comprender estos alcances no solo es importante para medir bien, sino para saber dónde enfocar los esfuerzos de reducción.

Qué tecnologías y sistemas permiten una medición sin fricciones

Hoy en día existen soluciones muy potentes para facilitar la integración de la huella en los procesos empresariales. Desde plataformas específicas de cálculo, hasta herramientas que se conectan con CRMs, ERPs, software financiero o sistemas de energía.

Algunas funcionalidades clave que deberías buscar:

● Conectores automáticos con tus fuentes de datos

● Paneles visuales personalizables

● Reportes automáticos según estándares (GHG, CDP, SBTi, etc.)

● Alertas y análisis predictivo

● Capacidades colaborativas con proveedores

El éxito no está en elegir la herramienta más compleja, sino en aquella que mejor se adapta a la realidad operativa de cada empresa. Lo importante es que se integre sin fricciones, aproveche los sistemas existentes y facilite el acceso al dato correcto en el momento oportuno.

Un ejemplo concreto es el asistente virtual de SamiMetrics, un bot que está disponible 24/7 para responder dudas, guiar al usuario y ayudar a encontrar reportes, funciones o datos ambientales clave. Esto facilita muchísimo la adopción interna de la herramienta, sobre todo en equipos que no están familiarizados con conceptos técnicos. Gracias a este tipo de automatización, la sostenibilidad deja de ser un tema lejano y se convierte en una experiencia intuitiva y accesible para todos.

Integrar la medición: un paso necesario y alcanzable

Dar el primer paso hacia la integración no tiene por qué ser complejo. Aquí algunos pasos clave:

● Evalúa qué datos ya tienes disponibles.

● Identifica áreas donde puedas automatizar procesos.

● Define responsables claros dentro de tu organización.

● Prioriza herramientas que se adapten a tus sistemas actuales.

● Elige soluciones que permitan un crecimiento progresivo y escalable.

Recuerda: la sostenibilidad bien gestionada no es un lujo, es una necesidad. Y con la tecnología actual, nunca ha sido tan accesible incorporar la medición de huella de carbono como parte del día a día.

Empieza hoy. Da el paso hacia una gestión más inteligente, conectada y responsable.